Éste fue el aviso que publicó una firma rematadora en abril de 1957. En ese preciso momento comenzaba la historia de Mar de las Pampas. Por entonces los médanos que cubrían el terreno le daban a la zona el aspecto de un paisaje lunar. No existía vegetación alguna y apenas las gaviotas se animaban a sobrevolar aquel desierto.

Cuando Don Manuel A. Rico se hizo cargo del lugar, lo primero que decidió fue organizar las tareas de forestación.

Entonces un pequeño ejército de hombres, a órdenes del ingeniero agrónomo Esteban Takacs, inició los trabajos, renunciando a los horarios, los feriados y las comodidades de la ciudad.

Luchando como leones, cada vez que la arena impulsada por el viento, destruía en pocos minutos lo que habla costado largos días de trabajo, volvían a comenzar. Una vez y otra vez, siempre igual, hasta la victoria final.

Las dunas se convirtieron en bosques y, como el Génesis, se poblaron de fauna propia. Es decir, de vida. Una vida sana y libre, la de Mar de las Pampas.

"Mar de las Pampas. Anticipo del Paraíso"

Con motivo de cumplirse medio siglo de una aventura que parecía irrealizable, Mar Azul S.A. ha editado un libro que refleja la historia y las vicisitudes de lo que hoy se nos presenta como una realidad tangible.

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