Venta de lotes originales en Mar de las Pampas

Mar de las Pampas, gracias a la tecnología empleada por sus pioneros, constituye la forestación realizada con especies de alto valor más cercana al mar a lo largo de toda la geografía argentina, cuyos árboles han crecido armoniosa y sanamente, poblando este hermoso paisaje. En este aspecto debemos destacar la participación que les cupo desde el primer momento a los ingenieros agrónomos Takacs y Moretti, verdaderos propulsores de un trabajo que no tiene antecedentes en el país entero.


El planteo agronómico de los ingenieros Moretti y Takacs se basa en tres premisas fundamentales:

  • Utilización de especies vegetales de gran eficacia para la fijación de médanos, fundamentalmente a través del empleo de leguminosas, para aprovechar así la gran capacidad que tienen éstas para fijar el nitrógeno del aire en el suelo.
  • Importación de técnicas europeas que habían sido muy efectivas en los años diez en la costa del Mar Báltico. Los alemanes la denominaron "vordüne" y esa herramienta, que aquí se rebautizó "antiduna" *, fue empleada inicialmente y de manera exclusiva en Mar de las Pampas.
  • La introducción de este sistema de forestación sobrevino al comprobarse que algunas especies, a pesar de iniciar perfectamente su crecimiento a escasa distancia del mar, después de ciertas tormentas con vientos provenientes del mismo comenzaban a deteriorarse o terminaban secándose por completo.

  • Implantación constante de gran variedad de especies forestales, donde fundamentalmente prosperaron los álamos (chileno, carolina y negro), los sauces (criollo y mimbre), el tamarix africano, el olivo de Bohemia, la salix caprea, los pinos (marítimo, pátula, thumbergii, elliottii y radiata), la acacia trinervis, el mimbre colorado, los eucaliptos (glóbulus y viminalis) y cupressus. Casi medio siglo de cuidado constante, manteniendo siempre un enorme respeto por la naturaleza, hicieron el resto para lograr este verdadero paraíso que es hoy Mar de las Pampas.

  • * Técnica antiduna

    La técnica del Báltico consistía en implementar una cortina, materializada justamente en un médano artificial, que se formaba con ayuda de los propios vientos marinos. Para levantarla se colocaban distintos elementos en el lugar -ramas, bolsas, etc.- que iban produciendo el decantamiento de la arena arrastrada por el viento. Una vez que la primera tanda de elementos era sepultada por la arena, formando la incipiente "pared", se comenzaba la siguiente etapa. Esta consistía en repetir otra vez lo mismo y así sucesivamente hasta conformar un alto médano artificial, paralelo al frente marítimo, que terminaba brindando el abrigo necesario para miles y miles de árboles que crecían reparados de los aspectos más agresivos del mar.